Los ferrules son componentes esenciales en el mundo de la electricidad y la electrónica, pensados para mejorar la conectividad de cables. Al utilizar ferrules, se puede garantizar que todos los hilos de un cable se conecten correctamente a un terminal, lo que minimiza las posibilidades de conexiones sueltas que pueden resultar en fallos o sobrecalentamientos. En este artículo, exploraremos a fondo qué son los ferrules, su utilidad, y cómo elegir el tipo adecuado para cada aplicación.
¿Qué es un ferrule?
Un ferrule es un pequeño tubo o anillo, generalmente hecho de metal, que se coloca en el extremo de un cable trenzado. Su función principal es mantener juntos los hilos de alambre para facilitar la conexión a un terminal. Esto ayuda a asegurar que todos los hilos entren en contacto con el terminal, reduciendo así el riesgo de conexiones inadecuadas que podrían causar problemas eléctricos.
Los ferrules se presentan en dos variaciones: aislados y no aislados. Los ferrules aislados cuentan con un collar de nylon que proporciona una capa extra de protección, mientras que los no aislados carecen de esta capa. En algunos casos, se puede añadir un termoretráctil para mejorar la presentación y seguridad de la conexión, aunque esto no siempre es necesario, dependiendo de la aplicación específica.
Tipos de ferrules
Los ferrules pueden clasificarse en varias categorías según su diseño y aplicación. A continuación, se presentan los tipos más comunes:
- Ferrules aislados: Proporcionan protección adicional contra cortocircuitos y son ideales para entornos donde puede haber contacto accidental.
- Ferrules no aislados: Utilizados principalmente en aplicaciones donde el aislamiento no es un problema, a menudo requieren un acabado adicional.
- Ferrules de doble pared: Tienen una capa adicional de material para una mayor resistencia mecánica y eléctrica.
- Ferrules de rango de temperatura: Diseñados para soportar temperaturas extremas, adecuados para aplicaciones en ambientes industriales.
¿Cómo elegir el tamaño correcto de un ferrule?
El tamaño de un ferrule debe coincidir con el diámetro del cable al que se va a aplicar. Por ejemplo, un cable de 10 AWG utilizará un ferrule de 10 AWG. Para garantizar que la conexión sea eficiente y segura, es fundamental elegir el ferrule correcto que se adapte al tamaño del cable.
Además de considerar el tamaño del cable, es importante evaluar la forma del terminal al que se conectará el ferrule. Esto incluye observar si el terminal es redondo, cuadrado o tiene otra forma, ya que esto dictará el tipo de crimpadora que se debe utilizar.
¿Qué forma debe tener un ferrule?
Los ferrules son generalmente redondeados, pero su forma final depende de la crimpadora utilizada. Para garantizar una conexión óptima, se debe elegir una crimpadora que produzca la forma correspondiente al terminal al que se va a conectar. Por ejemplo:
- Un controlador de carga, como el Victron SmartSolar, utiliza terminales de tornillo cuadrados, por lo que se requerirá un crimpador que forme un ferrule cuadrado.
- Un panel de distribución a 120V típicamente tiene terminales redondos, requiriendo un crimpador que produzca un ferrule redondo.
Cómo usar correctamente los ferrules
El proceso de crimpado de un ferrule a un cable es sencillo y se puede resumir en los siguientes pasos:
- Colocar el ferrule en el extremo del cable.
- Insertar el ferrule en la crimpadora adecuada.
- Presionar las manijas de la crimpadora firmemente.
Es posible que se requiera aplicar presión dos veces para asegurar que todo el ferrule esté bien moldeado. Este método es consistente sin importar el tipo o tamaño de ferrule utilizado.
¿Los ferrules aumentan la resistencia eléctrica?
Existen malentendidos respecto a que los ferrules pueden incrementar la resistencia en un circuito. Algunos argumentan que el uso de ferrules puede resultar en un aumento de la resistencia, especialmente cuando se utilizan con cables de núcleo sólido. Sin embargo, es esencial diferenciar entre un ferrule y un cable sólido. Un ferrule es tan delgado que, siempre que su forma sea lo suficientemente cercana a la del terminal, la conexión resultante será segura y eficiente.
Para ilustrar este punto, se puede realizar el siguiente experimento:
- Crimpar un ferrule redondo en un cable.
- Conectarlo a un terminal cuadrado.
- Ajustar el terminal al torque recomendado.
- Esperar un momento y luego volver a torquear.
Al retirar el cable, se observará que el ferrule ha sido moldeado por el terminal, mostrando que incluso con una ligera diferencia de forma, la conexión se adapta adecuadamente.
Crimpadoras para ferrules: ¿cuáles son las mejores?
Para trabajar con ferrules, existen diversos tipos de crimpadoras que se adaptan a diferentes tamaños y formas de ferrules. Algunas de las más recomendadas incluyen:
- Crimpadoras hexagonales: Aptas para ferrules de hasta 6 AWG y son ideales para terminales de tornillo redondos.
- Crimpadoras cuadradas: Para ferrules de hasta 6 AWG, perfectas para terminales de tornillo cuadrados.
- Crimpadoras trapezoidales: Diseñadas para ferrules de 6, 4 y 2 AWG con terminales cuadrados.
Si en algún momento se necesita un ferrule o una forma de crimpadora que no se tiene, siempre es posible buscar en línea la herramienta adecuada.
Ferrules para tuberías y conexiones de PVC
Además de su uso en cables eléctricos, los ferrules también pueden encontrarse en aplicaciones de fontanería. Los ferrules para tuberías son utilizados para proporcionar conexiones seguras entre diferentes secciones de tuberías, especialmente en sistemas de fontanería de PVC. Estos ferrules ayudan a prevenir fugas y asegurar la integridad del sistema de plomería.
Las conexiones de PVC a menudo requieren ferrules que se adapten a la especificidad del sistema, asegurando que el flujo de agua sea eficiente y sin obstrucciones.

